viernes, 26 de diciembre de 2008

Tan cerca de las estrellas


a Beatriz Lepage
-- Tengo ganas de hacer algo.
-- ¿Qué?
-- Bajar a Macuto a comer un buen pescado.
-- Vamos.Tan cerca de las estrellas. Una luna brillante. Un exquisito mero. Vino blanco y el rostro de Beatriz significaba lo ideal. Era ese franquear otras puertas, otros caminos abiertos inesperadamente. Casi no hablamos. Nos dirigimos hacia la playa. Playa tan solitaria y acompañada, sin personas correteando de un lugar a otro sobre la arena. Una constelación universal sobre nuestras cabezas. Tomados de la mano movimos nuestros cuerpos. A lo lejos divisé a un pescador, lo señalé, ella rió, rió intensamente, hice lo mismo. Un ruido hizo sobresaltarme. Abrí los ojos mirando a mi alrededor con angustia. Estaba en la habitación, solo, Beatriz no existía, no era real. Sólo fue un sueño, un simple sueño. Quería retomarlo. Era imposible. Un vecino, un desgraciado con la música a todo volumen lo echó a perder resignándome a un simple sueño tan cerca de las estrellas.

1 comentario:

  1. ¿Y si tomas el teléfono y llmas a Beatriz y le dices; Te paso a buscar vamos a Macuto a dibujar estrellas.
    Es sueño hecho realidad...,

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